Charlas Adictivas

Dani proviene de una familia de hosteleros con un legado de éxito en el mundo de la restauración y el ocio. Desde joven, se sintió atraído por la industria, desarrollando una verdadera pasión por su trabajo. Su carrera lo llevó a los mejores locales de Londres, Berlín y Madrid, donde perfeccionó su experiencia y construyó una sólida reputación. No pasó mucho tiempo hasta que decidió emprender y fundó sus propios negocios: coctelerías, bares y discotecas que rápidamente se convirtieron en puntos de referencia en la escena nocturna. Sin embargo, detrás de su éxito profesional, se gestaba una lucha interna. La presión del trabajo, unida al consumo de alcohol y cocaína, lo llevaron a desarrollar una adicción al trabajo, a las sustancias y a la vida nocturna en general. La trágica muerte de su padre sumió a Dani en una profunda crisis, empeorando su situación tanto personal como profesional. La pérdida, junto con la complejidad de manejar sus negocios alimentó aún más su dependencia. Lo que sigue a esta historia es una verdadera lección de superación. La recuperación de Dani ha sido ejemplar, un proceso largo y desafiante que, aunque digno de admiración, no es un modelo a seguir para todos. Su camino hacia la sobriedad ha sido único: no abandonó su mundo nocturno ni su puesto como empresario, sino que aprendió a equilibrar su vida personal, profesional y su proceso de recuperación. Hoy, Dani continúa dirigiendo sus negocios, pero lo hace de una manera más consciente y equilibrada, con el apoyo de su familia y un compromiso firme con su bienestar. Instagram: www.instagram.com/charlas.adictivas Tiktok: https://www.tiktok.com/@UC7wFai-Ut_jCb583XqlRfOg Spotify: https://open.spotify.com/show/5N68Oo2K6NnJvhu8u4vx6J?si=e6e720528a4742f6 Apple Podcast: https://podcasts.apple.com/es/podcast/charlas-adictivas/id1687481800

David creció en una taberna familiar, donde desde joven aprendió el arte de atender a los clientes, el valor de la comida casera y observó de cerca el comportamiento humano en torno a la mesa. Entre desayunos, almuerzos y cenas, fue testigo de celebraciones por un gol, el lamento de un descenso, el cortejo, las peleas y el final de muchas historias de amor. Después, vio morir a su padre. Se especializó en el mundo del vino, convirtiéndose en el mejor, trabajando en el mejor restaurante del mundo. Fundó una productora y consultora de vinos, escribió un libro. Todo esto, mientras lidiaba con su alcoholismo y el consumo de otras sustancias. David es un número uno, un ejemplo extraordinario de cómo se puede transformar la vida. Cuando lo conocí, no pude evitar preguntarle: “¿Cómo catas vinos? ¿Escupes?”. Y él, sin dudar, respondió: “Escupo”. Así es David, el mejor sumiller de España, y un adicto en recuperación.

#27. Simón Hernán-Gómez comenzó a beber alcohol y fumar cannabis a los 13 años, y a los 15 ya consumía cocaína y otras sustancias. Rápidamente se dio cuenta de que no podía detenerse. A pesar de buscar ayuda en el CAÍ y el CAD de Madrid, no fue suficiente. Fue mientras trabajaba como supervisor en un centro de atención a personas sin hogar, donde atendía a 70 pacientes, que se dio cuenta de la gravedad de su situación. Observó cómo otros con problemas de adicción compartían su misma mentalidad sobre el consumo. El punto de inflexión llegó cuando un paciente, con menos de 40 años, falleció tras un coma etílico, pidiendo consumir hasta su último aliento. Esa tragedia le abrió los ojos y le dio la fuerza para frenar. Hoy, Simón lleva un año sin consumir y es un ejemplo inspirador para muchos. En este episodio, nos comparte su increíble historia de recuperación, la importancia de pedir ayuda, y cómo, incluso siendo joven, es posible disfrutar de la vida sin depender de las sustancias. Ha sido un honor tenerlo como invitado y estamos seguros de que su testimonio motivará a otros.

Victor empezó a consumir sustancias con 35, nuncá le gustó el alcohol. Entró de lleno en el consumo de CHEMSEX, fiestas multitudinarias con consumos de estupefacientes y polirelaciones sexuales de todo tipo que duran dias. En poco tiempo desarrolló una adicción a sustancias como la Mefedrona, ¨Poper¨, Metaanfetamina ¨Tina¨ y GHB. (Estas sustancias han tenido un aumento de consumo de un 600% desde 2020). Es habitual ver jeringüillas en estos eventos y comportamientos sexuales con violencia. Tuvo un diagnóstico positivo de VIH, sufrió una separación de pareja y sufrió estrés laboral después de 13 años en una UCI y una pandemia. Acabó pidiendo ayuda para tratar sus adicciones, pasó por 3 ingresos y ahora lleva unos meses sin consumir. Para Vicente, estamos viviendo una epidemia descomunal con consecuencias más graves que la epidemia de la heróina de los 80s.