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Comiendo con María (Nutrición)

Podcast Comiendo con María (Nutrición)
María Merino Fernández
Comiendo con María es un podcast diario dedicado a la nutrición, la salud y el bienestar, donde cada semana se abordan temas que van más allá de las dietas y lo...

Episodios disponibles

5 de 1000
  • 1999. ¿Comer por o con ansiedad.
    🧠 ¿Comes por ansiedad o con ansiedad?Este episodio es para ti si sientes que la comida se te va de las manos cuando estás nerviosa, estresada o desconectada de ti misma.Porque no es lo mismo comer por ansiedad que comer con ansiedad, y saber diferenciarlos puede ser clave para mejorar tu relación con la comida.🍫 Comer por ansiedad: Es cuando la ansiedad es el detonante. No tienes hambre real, pero comes para calmar un malestar emocional. Es un tipo de hambre emocional que muchas veces viene con culpa.🌀 Comer con ansiedad: Aquí sí hay hambre física, pero el problema es cómo comes: de forma acelerada, sin presencia, sin saborear. La ansiedad está presente durante el acto de comer, y eso impide disfrutar y registrar la saciedad.🎙️ En este episodio te explico:Cómo identificar si estás comiendo por ansiedad o con ansiedad.Qué estrategias trabajamos en consulta para cada caso.Por qué no se trata de fuerza de voluntad.Cómo podemos ayudarte desde un enfoque nutricional respetuoso y sin juicio.🍽️ Spoiler: sí, se puede dejar de comer con culpa y empezar a comer con calma. Conviértete en un seguidor de este podcast: https://www.spreaker.com/podcast/comiendo-con-maria-nutricion--2497272/support.
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    15:02
  • 1998. Caso real. Los atracones ocultos.
    Hace unos meses, una paciente acudió a mi consulta con la intención de mejorar su alimentación y aprender a “comer mejor”. No tenía ningún objetivo específico más allá de sentirse con más energía y, según sus palabras, “cuidarse un poco más”. Durante la primera sesión, mientras hablábamos de sus hábitos alimentarios, algo llamó mi atención: mencionaba con total normalidad que, cuando tenía un mal día, recurría a la comida para “desconectar”. Decía que no le preocupaba demasiado, que era algo que “todo el mundo hace”.Comentó entre risas que, cuando estaba estresada, podía comerse una tableta de chocolate sin darse cuenta o que, después de una discusión, lo único que le calmaba era una pizza entera. Sin embargo, a medida que profundizábamos en su relación con la comida, empezaron a surgir ciertos patrones preocupantes. Las señales de alerta que detecté🔸 Ingesta de grandes cantidades de comida en poco tiempo: Me contó que, en algunas ocasiones, sentía que no podía parar de comer, incluso cuando ya estaba llena.🔸 Sensación de pérdida de control: Me describió cómo, en determinados momentos, comía de manera impulsiva y después se sentía mal por haberlo hecho.🔸 Culpa y vergüenza tras los episodios: Aunque decía que era “normal” comer por emociones, noté que hablaba de ello con cierto malestar y que intentaba justificarlo. 🔸 Evitar hablar sobre estos episodios: Cuando intenté profundizar en cómo se sentía después de comer así, desviaba la conversación y restaba importancia al tema.🔸 No había una estrategia de gestión emocional: Su única herramienta para manejar el estrés, la ansiedad o la tristeza era la comida.Con todo esto, empecé a sospechar que no se trataba solo de un hambre emocional ocasional, sino de algo más profundo. Le expliqué que lo que me estaba describiendo coincidía con las características del trastorno por atracón, una condición que va más allá de simplemente “comer de más” y que puede generar un gran malestar emocional. El abordaje que hicimos en consulta Lo primero fue ayudarla a reconocer que esos episodios no eran simplemente una “manía” o falta de voluntad, sino un patrón que tenía una causa emocional de fondo. Para ello, seguimos un enfoque basado en la alimentación consciente y la regulación emocional:✔ Registro de emociones y alimentación: Le pedí que, en lugar de enfocarse en qué comía, anotara cómo se sentía antes y después de los episodios de ingesta impulsiva. Esto nos permitió identificar qué emociones disparaban esos atracones.✔ Introducción de estrategias alternativas: Trabajamos en incorporar otras formas de gestionar sus emociones, como la escritura, el ejercicio suave o la respiración consciente.✔ Reestructuración del pensamiento: A través de sesiones conjuntas con una psicóloga, identificamos creencias limitantes sobre la comida y el autocontrol. ✔ Eliminación del ciclo restricción-atracón: Se le enseñó a normalizar todo tipo de alimentos en su dieta para reducir la ansiedad por la comida y evitar el sentimiento de culpa.✔ Escucha del hambre y la saciedad: Aprendió a diferenciar el hambre física del hambre emocional y a responder a sus necesidades sin recurrir siempre a la comida como única vía de alivio. Resultados tras el proceso Después de varios meses de trabajo, la paciente empezó a notar cambios significativos: ✅ Redujo la frecuencia e intensidad de los episodios de atracón.✅ Aprendió a identificar sus emociones antes de recurrir a la comida.✅ Incorporó nuevas estrategias para gestionar el estrés y la ansiedad.✅ Su relación con la comida dejó de estar basada en la culpa y el castigo.✅ Empezó a disfrutar de la alimentación sin miedo ni restricciones. Lo más importante fue que, al entender el origen de estos episodios, dejó de sentirse culpable por lo que comía y pudo empezar a sanar su relación con la comida desde un enfoque más compasivo y consciente.Conviértete en un seguidor de este podcast: https://www.spreaker.com/podcast/comiendo-con-maria-nutricion--2497272/support.
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    28:03
  • 1997. Por qué cuando estoy triste quiero azúcar.
    Hoy vamos a hablar de algo que seguro que os ha pasado más de una vez: esos momentos en los que estáis tristes, agobiados o simplemente de bajón y de repente… os entran unas ganas irresistibles de comer algo dulce. ¿Por qué nos pasa esto? ¿Es simplemente antojo o hay algo más detrás? ¿Y sobre todo, qué podemos hacer cuando sentimos esta necesidad de comer azúcar? Vamos a descubrirlo en este episodio. 🔹 1. La conexión entre emociones y antojosLo primero que tenemos que entender es que la comida no es solo un tema de hambre y saciedad. Comer también tiene una función emocional. Desde pequeños hemos aprendido a asociar ciertos alimentos con el bienestar. Por ejemplo, cuando éramos niños y nos caíamos, muchas veces nos daban un caramelo para consolarnos. O cuando sacábamos buenas notas, nos recompensaban con un postre especial. Sin darnos cuenta, hemos construido una relación emocional con ciertos alimentos, especialmente los dulces. Y esto no es solo una cuestión de aprendizaje. Nuestro cerebro también tiene un papel clave. Cuando estamos tristes o estresados, nuestro cuerpo busca una forma de sentir alivio, y el azúcar es una de las maneras más rápidas de conseguirlo. 🔹 2. El impacto del azúcar en el cerebroCuando comemos azúcar, nuestro cerebro libera dopamina, que es el neurotransmisor del placer y la recompensa. Básicamente, nos hace sentir bien, aunque sea por un momento. El problema es que este efecto es temporal. Después de ese subidón inicial, el cuerpo genera una caída en los niveles de glucosa y en la producción de dopamina, lo que nos puede hacer sentir todavía más cansados o desanimados… y adivinad qué pasa entonces: volvemos a buscar más azúcar. Esto crea un ciclo en el que cuanto más dulce comemos, más lo necesitamos. Es como si nuestro cerebro aprendiera que cada vez que estamos tristes, la solución rápida es un trozo de chocolate o un helado. Pero, a largo plazo, esto puede hacer que dependamos emocionalmente de la comida. 🔹 3. ¿Es malo comer dulce cuando estamos tristes?La respuesta no es un simple sí o no. Comer dulce de vez en cuando porque nos apetece no tiene nada de malo. El problema viene cuando se convierte en nuestro único mecanismo para gestionar las emociones. Si cada vez que estamos tristes recurrimos a la comida, lo que estamos haciendo es evitar enfrentar esas emociones. En lugar de preguntarnos ¿por qué me siento así? o ¿qué puedo hacer para mejorar mi estado de ánimo?, usamos el azúcar como un parche temporal. El objetivo no es eliminar los dulces por completo, sino aprender a usarlos de una forma consciente y no como una respuesta automática a nuestras emociones. 🔹 4. Alternativas saludables para calmar antojosSi os pasa a menudo que, cuando estáis tristes, lo primero que buscáis es un dulce, aquí van algunas estrategias que os pueden ayudar: ✅ Opta por alimentos que te aporten bienestar sin generar picos de azúcar:Chocolate negro con un alto porcentaje de cacao.Frutos secos, que aportan energía de forma más sostenida.Yogur con frutas, que te da dulzor natural sin un exceso de azúcar.✅ Encuentra otras formas de liberar dopamina:Hacer ejercicio, que genera endorfinas y ayuda a mejorar el estado de ánimo.Escuchar música que te guste.Salir a dar un paseo, sobre todo si es al aire libre.✅ Practica la alimentación consciente:Antes de comer algo dulce, pregúntate: ¿realmente tengo hambre o solo quiero sentirme mejor?Si es por emociones, intenta primero otra actividad antes de recurrir a la comida.🔹 5. Conclusión y despedida En resumen, no es malo comer dulce, pero si siempre recurrimos al azúcar cuando estamos tristes, podemos acabar dependiendo de él para regular nuestras emociones. Lo importante es aprender a escuchar nuestro cuerpo y encontrar otras formas de gestionar lo que sentimos.Espero que este episodio os haya sido útil. Si os ha gustado, dejadme vuestro comentario y compartidlo con alguien que también necesite escucharlo. ¡Nos vemos en el próximo episodio!Conviértete en un seguidor de este podcast: https://www.spreaker.com/podcast/comiendo-con-maria-nutricion--2497272/support.
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    20:50
  • 1996. Entrevista a Marta Alonso.
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    1:12:43
  • 1995. Obesidad.
    Este es un debate fundamental en el ámbito de la nutrición, la medicina y la salud pública. Vamos por partes:1. ¿Obesidad o Enfermedad Crónica Basada en la Adiposidad (ABCD)? La AACE propone el término ABCD (Adiposity-Based Chronic Disease) para enfatizar que la obesidad es más que una acumulación de grasa: se trata de una condición crónica con múltiples factores subyacentes, incluyendo genética, metabolismo, entorno y comportamiento. Este cambio terminológico busca evitar la reducción de la obesidad a una simple cuestión de peso y destacar su impacto en la salud. 2. ¿Es la obesidad una enfermedad o un factor de riesgo? La evidencia más sólida que apoya la obesidad como enfermedad incluye:Su carácter crónico y multifactorial, con componentes metabólicos, genéticos y hormonales.Su asociación con inflamación crónica y resistencia a la insulina, que pueden generar otras patologías como diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares y algunos tipos de cáncer.Su inclusión en 2013 por la American Medical Association (AMA) como enfermedad para mejorar su abordaje médico y evitar la simplificación de "come menos y muévete más".Por otro lado, hay quienes la consideran un factor de riesgo más que una enfermedad per se, argumentando que:No todas las personas con obesidad tienen complicaciones metabólicas (el concepto de "metabólicamente saludable").La obesidad no siempre causa enfermedad directamente, sino que es un factor predisponente.La clasificación como enfermedad puede medicalizar en exceso y reforzar la dependencia de tratamientos farmacológicos o quirúrgicos.3. Impacto de la clasificación de la obesidadPacientes: Considerarla una enfermedad puede reducir la culpa y el estigma, promoviendo un enfoque más médico y menos moralista. Sin embargo, puede también reforzar la idea de que la única solución es médica o farmacológica.Políticas públicas: Puede favorecer la financiación de tratamientos, programas de prevención y acceso a profesionales de salud.Investigación: Mayor inversión en estudios sobre su fisiopatología, tratamientos y prevención.Percepción pública: Puede reducir el estigma de la obesidad como un "fallo personal", pero también puede reforzar la dependencia de tratamientos médicos en lugar de abordar causas estructurales (alimentación, sedentarismo, desigualdades sociales).4. ¿Comparte el enfoque tradicional factores de riesgo con los TCA? Sí. La visión pesocentrista y la cultura de la dieta pueden fomentar conductas alimentarias desordenadas y contribuir al desarrollo de trastornos de la conducta alimentaria (TCA).Se ha observado que adolescentes con sobrepeso u obesidad tienen mayor riesgo de desarrollar TCA debido a la presión social y médica por perder peso.Reforzar la idea de que la obesidad es una "enfermedad a erradicar" puede llevar a restricciones extremas y a ciclos de pérdida y ganancia de peso (efecto rebote).Enfoques no pesocentristas, como el HAES (Health At Every Size), buscan evitar este problema.5. Cirugía bariátrica y fármacos: ¿solución o parche?Cirugía bariátrica: Puede ser eficaz en algunos casos, pero no está exenta de riesgos ni complicaciones metabólicas y psicológicas. Además, sin un cambio en el entorno y el comportamiento alimentario, puede no ser sostenible a largo plazo.Fármacos (Orlistat, Ozempic, etc.): Su auge responde a la necesidad de nuevas estrategias de tratamiento. Sin embargo, pueden generar dependencia, efectos secundarios y refuerzan la medicalización de la obesidad sin atacar sus causas estructurales.6. ¿Existe el estigma de peso? Sí, y está ampliamente documentado. Se manifiesta en:Discriminación en el ámbito laboral y sanitario (menos oportunidades laborales, peor trato en consultas médicas).Internalización del estigma, lo que puede llevar a peor salud mental y mayor riesgo de TCA.Mayor probabilidad de recibir recomendaciones de pérdida de peso sin evaluar otros aspectos de salud.7. Impacto de movimientos como Body Positive, HAES, Body NeutralitySocial: Visibilizan la diversidad corporal y desafían los estándares de belleza normativos.Político: Impulsan cambios en normativas contra la discriminación por peso.Sanitario: Desafían el enfoque pesocentrista, promoviendo la salud independientemente del peso.Sin embargo, algunos críticos argumentan que pueden trivializar los riesgos de la obesidad y desincentivar el tratamiento en casos donde hay problemas metabólicos reales. Conclusión La obesidad es un fenómeno complejo que no puede reducirse a peso corporal ni a una única categoría (enfermedad vs. factor de riesgo). Su abordaje debe ser integral, basado en evidencia, no estigmatizante y centrado en la salud más allá del peso.4oConviértete en un seguidor de este podcast: https://www.spreaker.com/podcast/comiendo-con-maria-nutricion--2497272/support.
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    17:58

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Acerca de Comiendo con María (Nutrición)

Comiendo con María es un podcast diario dedicado a la nutrición, la salud y el bienestar, donde cada semana se abordan temas que van más allá de las dietas y los números en la báscula. María, junto con expertos y profesionales del sector, explora cómo la alimentación influye en nuestro cuerpo y mente, con un enfoque cercano, accesible y libre de juicios. Desde la pérdida de peso hasta el cuidado de enfermedades crónicas, pasando por la importancia de la salud mental en la relación con la comida, este espacio es ideal para quienes buscan información veraz y consejos prácticos para llevar un estilo de vida saludable sin obsesionarse con las cifras. ¡Acompáñanos cada día y aprende a comer de manera equilibrada y consciente!Conviértete en un seguidor de este podcast: https://www.spreaker.com/podcast/comiendo-con-maria-nutricion--2497272/support.
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