El Experimento de magendie 175 años después (y II)
En el episodio anterior de Quilo de Ciencia in memoriam, el Dr. Francisco Grande Covián nos explicó unos experimentos pioneros realizados por el médico y fisiólogo francés Magendie. En estos experimentos, Magendie ponía en evidencia la existencia de un nutriente fundamental de naturaleza grasa que hoy conocemos como vitamina A. Además, los experimentos indicaban que este componente necesitaba también de nutrientes proteicos para resultar eficaz, ya que la alimentación de perros exclusivamente con mantequilla, un alimento con abundante vitamina A, pero muy escaso en proteínas, conducía a la aparición de los mismos síntomas que los que se observaban en el caso de alimentar a estos animales exclusivamente con azúcar, que carece de esta vitamina. En la segunda parte de su artículo dedicado a la memoria de Magendie, publicado en el libro La alimentación y la Vida, el Dr. Grande Covián nos relata los descubrimientos científicos que permitieron explicar las agudas observaciones de este médico francés.
--------
El experimento de Magendie 175 años después (1)
En el capítulo del libro del Dr. Francisco Grande Covián La Alimentación y la Vida, que abordamos hoy, el investigador nos traslada desde la actualidad hasta hace más de doscientos años para recuperar la memoria del gran fisiólogo francés François Magendie. Fue este científico quien, en sus experimentos con animales, realizó la primera observación indicativa de la existencia de la vitamina A. Sin embargo, como sucedió con Gustav von Bunge, del que hablamos en el episodio anterior, la contribución de Magendie no fue debidamente reconocida. Escuchad y disfrutad con la primera parte de la interesante historia que, con su habitual maestría, el Dr. Grande Covián nos ofrece hoy, y acabará de ofrecernos en el siguiente episodio de Quilo in Memoriam.
--------
El martillo, la patadita y el macrófago
Probablemente, alguna vez una médico o enfermero te ha golpeado suavemente en la parte inferior de la rodilla con un pequeño martillo para estimular un reflejo. Este reflejo, consistente en una contracción muscular involuntaria que desencadena una patadita, recibe el poco imaginativo nombre de reflejo de estiramiento muscular y es la respuesta muscular más rápida frente a estímulos mecánicos. El reflejo se desencadena porque, al golpear con suavidad el llamado tendón patelar —situado bajo la patela de la rodilla— este transmite la tensión al músculo cuádriceps, localizado en la parte superior del muslo. Este músculo, posee un centro sensorial capaz de detectar las contracciones o estiramientos y de desencadenar una reacción para compensarlos. Hasta hace poco se pensaba que esos cenntros sensoriales estaban formado por cuatro tipos de células y ahora un grupo de investigadores ha descubierto otro tipo: los macrófagos del sistema inmunitario.
--------
Experimentos olvidados: Gustav von Bunge y el descubrimiento de las vitaminas.
En el capítulo de su libro La Alimentación y la Vida que abordamos hoy, el Dr. Grande Covián nos traslada casi a los inicios de la historia de la nutrición, a un tiempo en el que no se conocían aún las vitaminas. Nos explica con bastante detalle unos experimentos pioneros y fundamentales que condujeron por primera vez a sospechar no solo de su existencia, sino a considerar la conclusión de que debían existir sustancias orgánicas que, en muy pequeña cantidad, eran indispensables para el crecimiento de los animales jóvenes y para la salud de ellos y de los animales adultos. Se trataba en efecto de las vitaminas. Os invitamos a escuchar este nuevo episodio de Quilo In Memoriam, en honor del ilustre científico español Francisco Grande Covián.
--------
Un filtro de algodón y calamar para el plásticoceno.
Hace más de medio siglo, pocos sospechaban que el profuso empleo del plástico nos iba a conducir a uno de los problemas de contaminación medioambiental más graves del planeta: la invasión de los microplásticos. Nunca nada tan minúsculo ha generado un problema tan enorme. Podemos decir que sí, que nos encontramos en la era del «plásticoceno», por homología con, por ejemplo, el holoceno, o el Antropoceno, u otras eras geológicas, pero también podemos decir que nos encontramos en la era del «plásticocomo», porque, además de cenarlo, también nos lo estamos comiendo todos los días. Ahora, para ayudar a solucionar el problema, un grupo de científicos propone utilizar materiales naturales elaborados con celulosa extraída del algodón y quitina obtenida del calamar para crear filtros a gran escala que capturen micro y nanoplásticos.
Escucha Quilo de Ciencia - Cienciaes.com, Hablando con Científicos - Cienciaes.com y muchos más podcasts de todo el mundo con la aplicación de radio.es