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La mesa de la cocina

Podcast La mesa de la cocina
Gonzalo Altozano
No se trata de un podcast de cocina, ojo. Lo del nombre es para subrayar la dimensión doméstica del asunto: un boli pilot azul, un cuaderno de notas de tapa bla...

Episodios disponibles

5 de 100
  • 'El joven Le Pen'
    En 1953, una tormenta anegó Holanda. Jóvenes de toda Europa se volcaron, de forma altruista, en las labores de rescate. Destacó por su disciplina un contingente de universitarios franceses comandado por un recién licenciado en Derecho: Jean Marie Le Pen. La aventura humanitaria aquella confirmó a Le Pen el gusto por la acción, que ya había probado antes: de niño, en su Bretaña natal, fue grumete en el pesquero de su familia y, más adelante, participaría en la resistencia al invasor nazi. A la vuelta de Holanda, sin ganas ni contactos para abrir bufete propio, Le Pen se alistó en los paracas, siendo su primer destino Suez. A la expedición sobre el canal seguirían la guerra de Indochina y la batalla de Argel. Entre Indochina y Argelia, Le Pen ingresó en la formación de Pierre Poujade, el gran tribuno de la derecha del momento. Jean Marie salió elegido diputado, el más joven de la legislatura. Era 1956 y tenía 28 años. Expulsado de la formación de Poujade por desavenencias con este, Le Pen volvió a salir diputado en 1958, en esta ocasión izando la bandera de la Argelia francesa. Poco duraría enhiesta. En 1962, Francia reconoció la independencia de la colonia. Al finalizar su segunda legislatura como diputado, Le Pen se vio en la calle, sin empleo. En 1963, por pura subsistencia, fundó un sello discográfico especializado en cánticos de guerra, discursos políticos y narraciones históricas. Su faceta de empresario no eclipsó la de político. Como se consideraba demasiado joven para acaudillar la derecha nacionalista, en 1965 impulsó la candidatura de Jean Louise Tixier. Brillante abogado, Tixier resultó ser una inutilidad política. El error Tixier le pesaría como el mayor de su carrera. El candidato debió haber sido él. Ya se resarciría. En 1972, Le Pen unió a los veteranos de antiguas guerras y a los jóvenes lobos de la derecha nacionalista y los lideró en un frente común: el Frente Nacional. Episodio escrito y narrado por Gonzalo Altozano. Sonido: César García. Diseño: Estudio OdZ. Contacto: [email protected] Twitter: @GonzaloAltozano Instagram: @galtozanogf iVoox, Spotify, Apple.
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    20:54
  • 'Operación Patty Candela'
    Personaje de porte aristocrático, fría inteligencia, arrojo temerario y rico en aventuras. Cómo no iba la CIA a nombrar a Alfredo Izaguirre de la Riva su superagente en La Habana. Y no para una misión cualquiera, sino especial: liquidar a Raúl Castro y propiciar una invasión a la isla que repusiera el ritmo constitucional. Nada salió según lo planeado y Alfredo, alias 'Tito', fue a dar con sus huesos en la cárcel, donde, lejos de apagarse, se convirtió en un referente para los más duros entre los duros. Episodio escrito y narrado por Gonzalo Altozano. Sonido: César García. Diseño: Estudio OdZ. Contacto: [email protected] Twitter: @GonzaloAltozano Instagram: @galtozanogf iVoox, Spotify, Apple.
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    13:52
  • 'Retrato al minuto de un profesor'
    Se llamaba Juan Yebra y fue nuestro profesor en 4º y 5º de EGB. Uno de los dos cursos -5º, creo- nos dio cuatro asignaturas: Lengua, Matemáticas, Ciencias Sociales y Ciencias Naturales. Para convertirse en omnipresente solo le faltó ser nuestro profe de Deportes. Y no porque anduviera corto de ganas. A la hora del descanso, el tío se empeñaba en jugar al fútbol con nosotros. A ver quién le decía que no. El Yebra era un chupón. Recogía el balón en su portería y no paraba hasta meter gol en la contraria. Si solo fuera eso… Era, además, un carnicero. Se llevaba por delante a todo el que su pusiese en su camino. Después de cada partido la clase acababa con cuatro o cinco lesionados. Algunos no volvimos a correr detrás de un balón, por el acojone. Cosa distinta fue la literatura. Lo del Yebra con los libros era locura de amor. A mí, por lo menos, me inoculó el veneno de la lectura, que eclosionaría años más tarde. No cabe imaginárselo como John Keating, de «El club de los poetas muertos», o sea, como un antiguo alumno de la academia Welton, con una estadía de profesor en el instituto Chester de Londres. En Juan se adivinaban unos orígenes humildísimos, como el de tantos hijos del agobio y de la emigración del campo a la ciudad. Corría el rumor de que con el primer sueldo se había comprado su primer abrigo. A veces, en clase, presumía orgulloso de sus logros, como el de mejor expediente en la escuela de magisterio. Poco nos impresionaba pues para nosotros, retoños de la burguesía condenados a cargar con el peso de un brillante porvenir, el ideal de hombre hecho a sí mismo era aquel que empezaba de botones en un banco y terminaba de presidente. Pero él nunca ambicionó otra cosa que ser profesor. Su vida -ahora lo entiendo, después de tantos años- fue una vida plena. Y por aquí está la clave de su dura exigencia con nosotros. A él, que había exprimido al máximo las pocas oportunidades que la vida le ofreció, rindiendo el ciento por uno, le sublevaba que nosotros nos instaláramos en la creencia errónea de que nuestra única responsabilidad de mayores sería elegir con cuidado. Por eso el Yebra nunca nos hubiera animado a arrancar las páginas de un libro de texto; es más, de hacerlo, nos hubiese fulminado con esa mirada suya en oblicuo que ponía cuando se cabreaba y que te hacía desear «tierra, trágame» o, mejor, «tierra, trágale». Si con nosotros adoptaba el papel de sargento de esa mili de la que tanta añoranza guardaba era porque consideraba que éramos lo que debíamos ser: unos tíos. A la vez, era enormemente afectuoso. No digo que hubiese muerto por nosotros, por parecerle eso una mariconada. Él hubiera matado. Por negarse a hacer acepción de personas o para denunciar una injusticia no habría dudado en entrar sin llamar en los despachos del edificio central, indiferente a jerarquías y organigramas. Siempre se movió por Retamar como lo que fue: el puto amo, con su voz ronca, su metro sesenta y poco y sus dos pares de cojones. Cuando la pandemia, me acordé de él. Conseguí su teléfono y le llamé. No hablábamos desde el colegio. Le hizo muchísima ilusión, igual que a mí. Quedamos en vernos tan pronto fuera posible. «¿Me lo prometes, Gonzalo?». «Te lo prometo, Juan». Nunca nos vimos. La culpa fue mía por irlo dejando. Le habría dicho lo que ahora, solo que con menos rodeos. Le habría dicho que aquellos fueron los mejores años, los de entonces, los mejores amigos y él, el mejor profesor. Episodio escrito y narrado por Gonzalo Altozano. Sonido: César García. Diseño: Estudio OdZ. Contacto: [email protected] Twitter: @GonzaloAltozano Instagram: @galtozanogf iVoox, Spotify, Apple.
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    3:54
  • 'Los Kennedy, una dinastía americana'
    El reciente apoyo de RFK a la campaña de Trump ha hecho sonar, de nuevo, el apellido Kennedy. No con la fuerza suficiente, eso sí, para cargar con el peso de un legado, más que familiar, político e histórico. Quién sabe. Quizás llegue el día en el que un descendiente de Patrick, aquel joven irlandés que en 1849 llegó en barco a los Estados Unidos en busca de un futuro mejor, dejé de lamentar la supuesta maldición que persigue a los Kennedy y, en lugar de eso, se pregunte, como JFK, qué puede hacer él por su país y no al revés. Episodio escrito y narrado por Gonzalo Altozano. Sonido: César García. Diseño: Estudio OdZ. Contacto: [email protected] Twitter: @GonzaloAltozano Instagram: @galtozanogf
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    21:00
  • 'Los Reyes Católicos y sus locuras', con César Cervera
    Durante años, hasta hace poco, César Cervera sentó plaza como redactor en un periódico de tirada nacional, el ABC. Raro era el día en el que un texto suyo no se encaramaba hasta los primeros puestos de lo más leído de la web. Lo divertido es que sus noticias no trataban los asuntos del momento, sino hechos sucedidos años atrás, siglos incluso. Esto demuestra que al lector medio le interesan los temas históricos. Y que César sabe aplicar como pocos las técnicas propias del periodismo a la narración de la historia. Lo demostró en ABC y lo demuestra cada vez que publica un libro, ya trate sobre los Borbones, ya sobre los Austrias o, más reciente, sobre los Trastámara, en concreto, sobre Isabel y Fernando, bajo cuyo reinado se culminó una empresa de ocho siglos -la Reconquista-, se inició otra de incalculables proporciones -el descubrimiento de América- y, por si fueran pocas hazañas, se pusieron las bases de la unidad de España. Sonido: César García. Diseño: Estudio OdZ. Contacto: [email protected] Twitter: @GonzaloAltozano Instagram: @galtozanogf iVoox, Spotify, Apple.
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    46:23

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Acerca de La mesa de la cocina

No se trata de un podcast de cocina, ojo. Lo del nombre es para subrayar la dimensión doméstica del asunto: un boli pilot azul, un cuaderno de notas de tapa blanda, una grabadora, una pila de libros, un micrófono, algo que contar y eso, una mesa, la mesa de la cocina.
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