Se llamaba Evaristo Ayuso y lo dejó todo por escrito.
Era mozo de mulas del contribuyente mayor de Fuente el Saúz y la noche que asesinaron a los segadores de Navalmoral de la sierra, fue obligado a cargar sus cadáveres para tirarlos a un pozo seco.
Días después, en otro viaje en carro hacia Arévalo con el amo, vio los cuerpos de siete personas en la cuneta de Aldeaseca.
Sus relatos, literales y literarios, de ambos sucesos han guiado la investigación hacia La Caja 198.
Con la colaboración especial de José Sacristán.
Grabación: Lli'Box Sound (Barcelona).
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