Cine de barra 9x08 - Videojuegos de los 80 y 90
Cuando los píxeles eran enormes y la paciencia infinita, hablamos de los videojuegos de los 80 y 90 en Amstrad, Spectrum y MSX
En este episodio de Cine de barra, nos hemos enfundado nuestras mejores camisetas retro (con lamparones incluidos) para hablar de una era dorada: los videojuegos de los 80 y 90. Época gloriosa en la que los gráficos eran de chicle y la música sonaba como una pelea entre dos microondas.
Nos remontamos a los tiempos del Amstrad, el Spectrum y el MSX, aquellas máquinas infernales que necesitaban 10 minutos para cargar un juego… si es que cargaban. Y mientras esperabas, te deleitabas con el glorioso sonido del casete: ese chillido demoníaco que hoy sería material para una peli de terror.
Recordamos joyas como La abadía del crimen —el único juego donde morías por saltarte la oración de vísperas—, o Fernando Martín Basket Master, donde botar la pelota parecía una carrera de caballos asmáticos. Y qué decir de Shinobi, donde un ninja con pinta de funcionario en chándal iba repartiendo estopa como si no hubiera un mañana, lanzando shurikens como si fueran flyers de una discoteca ochentera.
También sacamos a relucir Rainbow Islands, un juego tan colorido que parecía diseñado por un unicornio con exceso de azúcar, y que aún así te machacaba con más dureza que un examen sorpresa de matemáticas. Y por supuesto, Aspar GP Master, el único juego donde ibas tan rápido que la moto parecía poseída, pero tú encantado de comerte las curvas como si no hubiese consecuencias.
Los juegos de aquella época no perdonaban: no había “guardar partida”, ni “checkpoints”. Morías, y a empezar desde el principio como un campeón. ¿Un jefe final? Te miraba y ya estabas muerto. Pero oye, ¡qué felices éramos!
Y cómo no, hicimos mención especial a Paco Pastor, el mito, el icono, el hombre que lideró Erbe Software y convirtió la industria del videojuego español en una fiesta del disquete. Gracias a él llegaron a nuestros hogares verdaderas joyas por 875 pesetas, revolucionando el mercado con su política de precios bajos y convirtiendo a Erbe en sinónimo de felicidad infantil (y pirateo ocasional). Paco Pastor fue nuestro Steve Jobs con pelazo y chupa ochentera.
Si los nombres Ocean, Dinamic o Topo Soft te provocan una lágrima nostálgica (o un tic en el ojo), este episodio es para ti. Dale al play y déjate llevar por este viaje pixelado lleno de anécdotas, carcajadas y reverencias a una era en la que un joystick con un solo botón era todo lo que necesitabas para ser feliz. Spoiler: seguimos sin pasarnos La abadía del crimen.
Con la inestimable participación de Benalmadelman, Chinillo, Luigi Vercotti, Valdis y Plissken: cinco jugadores veteranos que aún recuerdan cómo se rebobinaba una cinta con un boli Bic y que jamás se fiarían de un juego que no viniera en una caja de cartón gigante.