Shallan quiere curry y no es la única: cuando grabas a la hora de comer no es extraño encontrarte con que tú también romperías las reglas de género rosharianas por una cucharada de picante como Honor manda. Y el hambre hace cosas extrañas: Lour, que sigue en su modo Críptico, saca su voz más mafiosa; Kaladin se va de rodeo (muy a regañadientes); Eshonai quiere hacer contactos y Adolin sufre varias pedradas por ser un rompecorazones (falsas ilusiones). Entre muchos avisos y anécdotas varias, el asunto cada vez se pone más y más tenso, pero Sanderson siempre sabe sacarnos unas buenas risas.
Ante la pregunta “¿Qué preferirías, tener un honorspren o un Críptico?” se abre un tremendo debate con el que iniciamos el episodio de hoy, y equiparamos el test al “personalidad de gato o perro”. Patrón se pone en modo guardaespaldas, Tvlakv en modo niñato, Kaladin en modo intenso (es decir, en modo Kaladin), el Lopen en modo primo, y Lour canaliza su Críptico interior haciendo voces en una escena. Analizamos un intento de asesinato extrañamente formulado, y como no era suficiente, echamos buena parte de los minutos en hablar de campamentos de verano y anécdotas juveniles.
Para los que lo esperabais como agua de mayo: ¡he aquí la primera mención de nuestro kebab roshariano favorito, el chouta herdaziano! Para comparativa sana intentamos realizar un pesaje improvisado de un burrito del Tierra, y ya que nos gusta irnos por las ramas, comentamos el final de Next Level Chef lo cual nos lleva a La Velada del Año de este verano… y volvemos a Kaladin siendo la perra más perra del lugar, Shallan ganando batallas con la lengua y Renarin que, bueno. Está que lo parte xddd.
Se presenta: ¡Zahel! Fervoroso misterioso y novedoso que nos acompaña en un POV en la arena de duelo de los ojosclaros. Lour nos divide entre “ser más de guante o de manga”, Pati se convierte en gorila, y Sof nos cuenta la historia tras el TaTummm de Netflix. Comentamos las barbas de los ardents, imaginamos Radiantes de laboratorio, y destripamos fuertemente lo que pudo haber sido la serie de acción real de las Supernenas.
De vuelta con los Cinco (Parshendi, no los de Enid Blyton) se nos encoge el corazón ante escenas familiares dolorosas, tomamos decisiones que al lado Alethi no les va a gustar ni un pelo negro, Lour se postula como futura productora de realities rosharianos, Adolin susuga seductogamente a su Shardblade y dedicamos una larga tangente a adaptaciones de series de nuestra infancia gracias a una loca teoría de Pati sobre las Honorblades. Sof se pone al día con las Winx, nos da la risa tonta varias veces y también la nostalgia de tiempos bonitos. Y espero que recordéis quién es Pailiah, al parecer es importante (?).
Dos ávidas lectoras acompañan a una sufridora en su primer viaje por el universo literario del Cosmere, creado por (el amo y señor) Brandon Sanderson. Uníos a Sof, Lour y Pati mientras van desgranando tramas y enamorándose de sus personajes. Juntas, las tres irán conociendo y redescubriendo las historias, y haciendo cómicas y aventuradas predicciones de las que las veteranas intentarán no mofarse (o eso dicen).