La religión es seductora porque es un sistema que nos permite sentirnos parte de una “casta especial” y medir cuán buenos somos con respecto a “la chusma”, a los demás. Pero Jesús, no hace distinción entre nosotros. Él nunca sucumbió al prejuicio, del “grupo de pertenencia”; de hecho, resumió todo cuando dijo: “Amen a sus enemigos y oren por quienes los persiguen, para que ellos sean hijos del Padre que está en el cielo. Él hace que salga el sol sobre malos y buenos, y que llueva sobre justos e injustos”. Si queremos ganar al mundo, necesitamos limpiar el mensaje de salvación, liberándolo de nuestros sesgos doctrinales. ¡Seamos libres de la religión artificial con esteroides!
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1:00:29
Jesús desayuna en Starbucks
A veces podemos llegar a estar tan ocupados haciendo “ministerio” que no tenemos tiempo para amar y servir a la gente real. Nos resulta más fácil ofrecer palabras que acciones. Pero el cristianismo no es un sermón de domingo. Estamos llamados a imitar la vida de Jesús, no a repetir versículos de la Biblia usando un lenguaje religioso. El llamado es para todos. Tratemos a la gente como nos gustaría que nos trataran. Amemos a quien tenemos delante. Recordemos que: ¡nosotros somos el Evangelio!
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1:10:00
Santa anaconda
Así como el pueblo de Israel adoró en algún tiempo a una serpiente de bronce, nosotros podemos llegar a tener costumbres y tradiciones que se transforman en “verdades bíblicas” o “bases para nuestra fé”. El pasar al altar, los programas de seguimiento, la Biblia misma e incluso la oración pueden convertirse en “santas anacondas”, si permitimos que tomen un lugar por encima del Creador. Hoy tenemos que tomar la responsabilidad de nuestro crecimiento espiritual, y de hacer pedazos a unas cuantas de las serpientes de bronce que impiden nuestra madurez en Cristo. ¡Un mensaje retador!
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1:14:57
Comandante en jefe de las fuerzas armadas
“Te prometo que vas a estar bien. Vas a superar todo esto; sólo esfuérzate, sé valiente y toma la tierra que ya te he entregado”. Esta fue la promesa que Dios le hizo a Josué, y esta es la promesa que hoy nos hace a nosotros. En nuestra hora más oscura, en medio de nuestras preguntas más profundas, el Señor de los millones de millones de ángeles no nos abandonará. ¡Nunca enfrentaremos solos a Jericó! La victoria llegará cuando miremos hacia arriba a nuestro Comandante en Jefe y doblemos las rodillas ante Él. No bajemos los brazos, es sólo cuestión de tiempo, para que nuestro Jericó caiga en pedazos.
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1:02:56
La caída de los reyes
A veces parece que celebramos la Navidad como una festividad blanda, comercial y mercantilista, eliminando cualquier recordatorio de cómo el relato que comenzó en Belén acabó, nada menos, que en el Calvario. Sólo un Rey que nos ama tanto se atrevería a abandonar el gran trono para envolverse en pañales. Él se hizo harapiento para que nosotros pudiéramos empatizar con Él y amarlo. En Jesús, Dios encontró una forma de relacionarse con los humanos, que no conlleva miedo. Eso es lo que siempre debemos recordar: la caída de los pequeños peces que se creían reyes, como Herodes, y el nacimiento del único y verdadero Rey del Universo. ¡Esa es la esencia de la Navidad!