Érase una serie

Domingo. 9:30 de la mañana. ¿Cómo hemos llegado hasta aquí? Gracias por escucharnos, esto es sólo por vosotros, estamos a tope de energía. Feliz navidad, feliz verano, vivan los panetones. Concha en el capítulo anterior parecía que iba a morir y resulta que no. Y parecía también que Juanjo Puigcorbé y el otro se quedaban y tampoco. Hablamos de A tortas con la vida y de Casi Perfectos. Estábamos esperando que el amigo de Juanjo Puigcorbé se comiera el papel pero resulta que ya lo hizo hace un montón de capítulos, siendo compañero del bufete de Fernando. Hablamos también de los discursos sobre los cuerpos debido a que hay un cirujano plástico ahora en la comunidad. Comentamos el personaje acosador y, como siempre, nos metemos en un debate feminista sobre si esto se haría en 2024 o si se haría así. Envejece muy mal este capítulo en general, y en eso sí estamos más o menos de acuerdo. Comentamos también la vida actual del Jupa, Paco Fernández, y Álvaro entra en dislexia extraña en directo.

Pedro empieza este capítulo con un mensaje digno del portal de su casa. No dejes de soñar. Los primeros diez minutos los han grabado unos niños de 7 años, perdonadnos. Lucía se tiene que ir de luna de miel pero no se puede ir porque lo ha dejado con Roberto, entonces los vecinos se matan por conseguir ese viaje, para que no se pierda. Los Davides ya se han bajado del barco y este capítulo no lo escribieron. Tres señoras mayores intentan envenenar a dos jóvenes lesbianas sin recursos para robar un viaje. Pero no se dan cuenta de que el viaje es para dos y ellas son tres. Pedro nos explica con detalle quién vive en su edificio que podría ser digno de una serie también. La verdad que la escena del aeropuerto y las viejas al final es divertidísima: esto no nos pasa por mala gente, nos pasa por idiotas, la mala gente vive de puta madre. Una verdad como un piano. Emilio a punto de volar por primera vez hablando con el miedo, de las mejores cosas del capítulo. Y llega el Jupa al edificio.

Bienvenidos a nuestro podcast favorito de Aquí no hay quien viva. Celia ha traído unos regalos que no tienen nada que ver con nada. Álvaro amenaza con irse del podcast y sigue defendiendo que el beso de Roberto con Ana igual no era para tanto. Hablamos de dónde estaremos cuando este podcast acabe, pero todavía falta un rato. Tardamos 20 minutos en hablar de la aparición de Lina Morgan, que es maravillosa. Random, pero maravillosa con su pijama de Mister Bean. Hablamos de nuestros próximos invitados sin decir nada pero diciéndolo porque lo nuestro es la transparencia con nuestro público, siempre. Ootra vez hablamos de Vanesa Romero. Hablamos también de PDAs, Blackberrys, las gofrespo**** y jugar a ser empresario. DOING THE CASE, Josemi.

Hablamos de la manifestación de la vivienda porque hay un poco de desfase entre grabación y emisión y no lo ocultamos. Celia ha vendido el podcast sin consultarnos. Lucía ha decidido casarse con Roberto y no nos lo habían contado. Hablamos del concepto de lista de bodas, que ya no existen, menos en el cumpleaños de Pedro que por lo visto siguen existiendo. No nos encanta este capítulo, como viene siendo habitual. Pero seguimos siendo graciosos, ¿Creo? Hemos incluido un anuncio, espero que nos perdonéis. Hablamos de la entrada de Vanesa Romero y de lo extraño que es que Bea sea la que le da el teléfono a Belén. Y de qué la bisexualidad en esta serie no existe. Debatimos cuál es la pareja estrella de la serie. ¿Mauri y Fernando? ¿Roberto y Lucía? Emilio y Belén. Comentamos también la historia entre Juan y la Hierbas. En el 2024 ha dejado de tener gracia insistirle tanto a ella para tener hijos, dice Celia. Pero tiene momentos buenos esta trama. Ana Rosa está conectada con la serie. Adri Mussolini. Y llega un día que a la sardina le duele la cabeza o tiene la regla. ¿Habéis alguna vez tardado tanto como Mauri en ir a coger un champú del baño? No os perdáis las rimas del final, por favor.